Galaxias, cúmulos y algo más…

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Para este tema debo comenzar por definir una nueva medida que utilizaremos de ahora en adelante: el Parsec.

Un parsec equivale a 3. 26 años luz de distancia, es decir:

1pc = 3.08568 x1016 m = 206.265 ua

Ya sabíamos que la Unidad Astronómica (ua) es la distancia que hay de la Tierra al Sol y equivale a:

1ua = 149, 597,870 km

Y que un Año Luz es la distancia que un fotón recorrería en el vacío en un año Juliano

1 año luz = 9.46 × 1012 km



La Vía Láctea está compuesta de tres partes:

Bulbo: Es el centro de la galaxia, con forma de esfera achatada. Tiene dimensiones de 1kpc por 6 kpc aproximadamente; está poblado por estrellas tipo II (estrellas viejas de color rojo, que se cree son de las primeras estrellas que se formaron) y que están constituidas principalmente por Hidrógeno y Helio. Probablemente existe un agujero negro con varios millones e masas solares.

Disco: En el destacan cuatro brazos espirales que miden alrededor de 300 pc de espesor y 30 kpc de diámetro; están formados por estrellas tipo I (estrellas jóvenes azules con una vida de 1 a 10 millones de años) y que contienen elementos más pesados que el helio, además de polvo y gas estelar. Toda esta materia gira en torno al centro a unos 200 o 300 km/s, mientras que los brazos son ondas de choque de densidad que recorren el disco a 30 km/s.

Halo: Es la parte externa de la galaxia, ahí podemos encontrar los cúmulos globulares que contienen grupos de 10,000 a 1, 000,000 de estrellas tipo II, su parte brillante mide 30 kpc, al igual que el disco. Más allá de los cúmulos globulares se cree que existe una región con influencia gravitacional de la materia oscura que envuelve toda la galaxia.


La Vía Láctea


GRUPOS Y CÚMULOS DE GALAXIAS

Cúmulos regulares: Poseen un núcleo con una estructura esférica definida. Están clasificadas de acuerdo a su riqueza, esto es la cantidad de galaxias que hay dentro de un radio de 1.5 Mpc desde el centro (radio de Abell), normalmente su tamaño es del orden de 1 a 10 Mpc y su masa de 1014 a 1016 masas solares. El cúmulo de coma contiene miles de galaxias elípticas dentro del radio de Abell.


Cúmulo de Coma

Cúmulos irregulares: Se caracterizan por no tener el núcleo bien definido, y si bien, tienen el mismo tamaño que los cúmulos regulares, tienen una masa de 1012 a 1014 masas solares. El cúmulo de virgo es un claro ejemplo de ello.


Cúmulo de Virgo

ESTRUCTURAS A GRAN ESCALA

Supercúmulos: Cada supercúmulo está formado de por lo menos una docena de cúmulos que forman una gran cadena, que van desde los 15 a los 100 Mpc. El súper cúmulo del que formamos parte es de los más pequeños que hay en nuestro universo.


Abell 3627

Vacíos, estructuras laminares y filamentos: Las inspecciones que se hacen mediante imágenes ópticas y de corrimiento al rojo, han revelado estructuras parecidas a las pompas de jabón formadas por galaxias que están confinadas en estructuras laminares, o sea, galaxias que forman una gran capa en la que su grosor es despreciable en comparación de su largo y ancho.
Las estructuras laminares tienen dimensiones del orden de unos 100 Mpc, en la que destaca la Gran Muralla. También se encuentran vacíos que ocupan más del 90% del espacio, con diámetros de 25 Mpc y llegando a los monstruosos 120 Mpc.


La Gran Muralla


Por esta semana es todo, pero recuerden que el próximo jueves 15 tenemos una cita en el observatorio de Ingeniería a las 8:00 de la noche para ver el 4º capítulo de nuestra serie favorita The Big Bang Theory y seguir con este maravilloso tema que es la cosmología.

Además se les invita a participar en el Club de Ciencia Ficción que se lleva a cabo todos los lunes en punto de las 5:00 de la tarde y a la conferencia de los Martes de la Ciencia presentada por el Fis. Miguel García Guerrero a las 6:00 pm. Todo esto en el Museo de Ciencias de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Edwin Hubble

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La semana pasada hablamos sobre Hubble y además vimos también unas fotos del telescopio que lleva su nombre, a continuación les dejo una breve parte de su biografía:

Edwin Powell Hubble nació en Marshfield, Misuri el 20 de noviembre de 1889. Era un hijo de un abogado y él mismo estaba destinado a ejercer la carrera legal. Cursó estudios en la Universidad de Chicago, centrándose en matemáticas y astronomía. Se licenció en 1910.

Retornó al campo de la astronomía al incorporarse al Observatorio Yerkes de la Universidad de Chicago, donde obtuvo el doctorado en física en1917. Al volver de su servicio en la primera Guerra mundial, en 1919, le fue ofrecido un puesto en el nuevo observatorio del monte Wilson, donde tenía acceso a una telescopio de 254 centímetros, por ese entonces, el más potente del mundo, junto a Milton Humason.

Al principio de su carrera en el observatorio, su atención fue atraída por las nebulosas. Por entonces, la forma y el tamaño de las galaxias se conocían razonablemente bien, pero no se sabía qué existía más allá de sus límites... si es que existía algo. Al principio del Siglo XX, la palabra galaxia se consideraba intercambiable con Universo.

Estaba claro que algunas nebulosas se encontraban en la galaxia y que, básicamente, eran gas iluminado por estrellas en su interior. En 1924Hubble tuvo éxito al distinguir estrellas en la Nebulosa de Andrómeda. Usando la ley del perio-luminosidad de Leavitt, pudo llegar a estimar su distancia, que calculó en 800.000 años luz, ocho veces más lejos que las estrellas más remotas conocidas (más tarde resultaría infravalorada). En los años siguientes, repitió su éxito con nebulosa tras nebulosa dejando claro que la galaxia era una entre toda una hueste de "micro universos aislados".

Imágenes del telescopio espacial Hubble:

The Sombrero Galaxy (M104)

Galaxia del sombrero (M104)

The Crab Nebula


Nebulosa del cangrejo (M01)

The Cat's Eye Nebula: A Dying Star Creates a Sculpture of Gas and Dust

Nebulosa del ojo de gato (NGC 6543)

The Cone Nebula (NGC 2264)

Nebulosa del cono (NGC 2264)

Galaxy Pair Arp 87

Choque de galaxias

Supernova Remnant SN 1006

Remanente de supernova (SN 1006)


Les recuerdo que como cada jueves nos reunimos a las 20:00 en el observatorio de ingeniería de la Universidad Autónoma

No Faltes.

Además iniciamos con el club de lectura de Ciencia Ficción, Lunes 17:00 en el Kuroneko si quieres asistir deja un comentario en el blog y te damos la dirección del lugar.

Formacion Galactica

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El jueves pasado vimos un poco acerca del tema de formación de galaxias. A continuación les dejo un poco más de información:

La historia de las galaxias ha sido una serie de preconcepciones que han ido cayendo una tras otra, y los más recientes trabajos sobre el tema sugieren que las ciencias que se articulan para su estudio pueden esperar todavía más.

El origen y desarrollo de las galaxias es una cuestión bastante compleja que, a su vez, genera uno de los problemas que se enfrenta la teoría del Big Bang. Observamos un universo contemporáneo muy poco homogéneo y de aspecto granulado. Existen grandes variaciones entre las temperaturas del cosmos: el fondo del cielo está a 2,7º K, mientras que ciertos núcleos estelares alcanzan varios miles de millones de grados. Todo esto no refleja la situación del universo primigenio. El cocimiento primitivo es de que éste era extremadamente isotermo. De ello nacen una multiplicidad de interrogantes. La primera que se me viene es ¿Cómo pasó el universo del anterior estado homogéneo al actual observado muy poco homogéneo? ¿Cómo es que se fueron formando las galaxias en medio de la cazuela primigenia o primordial? ¿Por qué se formó la grumocidad que se observa en el espacio primario?

En el marco de la teoría del Big Bang, las semillas de las galaxias fueron sembradas cuando tiempo, espacio, energía y materia estallaron en una gran explosión hace unos 15.000 millones de años. El universo hoy, se encuentra en partes cubierto por grande acumulaciones de gases o estrellas, como si flotaran dentro de un espacio de apariencias oscuras, y que se encuentran flojamente unidas por la fuerza de la gravedad. Fue de esas crisálidas cósmicas --llamadas protogalaxias-- de donde han emergido las bellas galaxias que hoy observamos. Exactamente cómo fueron formadas las protogalaxias es uno de los debates siempre presentes.

Modelo Jerarquía GravitacionalUna de las explicaciones para la formación de las protogalaxias nace de una consecuencia rigurosa con la física. Esta nos indica que es la gravedad el principal actor para que se formen esos objetos en el espacio. Un grumo primordial genera una atracción. La materia de sus alrededores reacciona juntándose aumentando su masa e incrementando la gravedad. Este proceso se amplifica por sí mismo, al igual como se comporta una bola de nieve cuando se desprende en caída desde los altos de una montaña. Así habrían nacido las galaxias del cielo y, si se quiere, con agujeros negros incluidos en sus núcleos centrales. A este modelo de explicación sobre el origen de las galaxias se le suele llamar «modelo de jerarquía gravitacional».

En el proceso que hemos descrito para el embrionaje de las galaxias en el universo es necesario hacer una precisión. No existía ninguna posibilidad de que aquello se pudiese haber llevado a cabo si la materia hubiese sido absolutamente homogénea, ya que cada partícula, atraída de igual manera por todas las que la rodean, permanece en el estado inicial. Pero ello cambia, cuando la materia incrementa levemente su densidad por sobre el medio circundante, lo que hace que se genere un proceso de atracción y, de ahí, a la constitución de las protogalaxias.

Pensemos que la materia primigenia haya albergado pequeñas fluctuaciones de densidad (espacios donde la densidad es un poco más elevada que la media). Aquellos espacios más densos, en consecuencia, con una mayor gravedad, atraen a la materia circundante. Ésta, primero se les aproxima y, luego se les une, lo que incrementa sus volúmenes de densidad como asimismo sus capacidades de atracción. Se trataría de un efecto semejante al de la «bola de nieve», en el cual los espacios más densos vacían progresivamente las regiones más livianas, acentuando continuamente los contrastes de densidad de la masa de la material primigenia. Serían los causantes del nacimiento de todas las grandes estructuras que cohabitan el universo.

En principio, esta idea aparece bastante encajable, ya que entrega una explicación adecuada para la generación de las galaxias en el espacio intergaláctico y, por ende, también la aparición de las estrellas en las galaxias. Pero hay un problema… Cómo se genera en el universo primigenio espacios de inhomogeneidades más densos. Se trata, por ahora, de un problema sin recursos para enfrentarlo.

Otra de las tesis sobre el origen de las galaxias que también se estudia con el objetivo de arribar a una conclusión es la que se denomina el «modelo panqueque», desarrollado en Moscú a comienzos de la década de 1970 por Y. B. Zel'dovich, A. G. Doroshkevich y otros. En este modelo, los primeros cúmulos irregulares de masa que comenzaban a formarse eran muy grandes y, por supuesto, había muchos. A medida que se enfriaban iban colapsando bajo su propio peso, y la desintegración tendía a ser más rápida en una dirección. El resultado sería un delgado panqueque de gas, que luego se dividiría en múltiples fragmentos, cada uno de los cuales constituiría una galaxia individual. En esta imagen, las galaxias tenderían a estar distribuidas en capas, siguiendo la forma de su nube de gas materna.

La tesis de la jerarquía gravitacional es un modelo de abajo hacia arriba para la formación de estructuras cósmicas, en que primero se forman pequeños cúmulos irregulares de materia que van creciendo cada vez más. En el modelo del panqueque, por el contrario, primero se forman grandes condensados de materia que luego se dividen en estructuras más pequeñas. En otras palabras, primero galaxias y después cúmulos o primero cúmulos y después galaxias.

El modelo del Big Bang supone que la gravedad es la fuerza principal para determinar la evolución y la estructura del universo. Y la opinión convencional sostiene que la gravedad produce por sí misma rasgos que varían con fluidez en las localizaciones de las masas, con anchos, alturas y profundidades comparables para cualquier agrupamiento de galaxias. Según esta perspectiva, se necesitan otros fenómenos físicos o condiciones iniciales especiales para obtener características definidas en la distribución de la masa, como las cuerdas o las capas delgadas de galaxias.

A través de simulaciones computacionales se demuestra que las características definidas pueden en efecto presentarse si las inhomogeneidades iniciales son suficientemente pronunciadas en fragmentos pequeños y distancias breves. Lo anterior, dio cabida para desarrollar otra versión del modelo de jerarquía gravitacional, a través de la utilización de varios millones de puntos de masa, a la cual se ha denominado «modelo de la materia oscura fría».

El modelo de la materia oscura fría, que intenta explicar la formación de galaxias y otras estructuras de gran escala, se basa en el modelo del universo inflacionario (lo veremos en una sesión posterior), que exige que W sea igual a 1 y que especifica las inhomogeneidades iniciales en el universo recién creado. El nombre del modelo proviene del supuesto que las partículas de materia oscura -cualquiera sea su naturaleza- se desplazan lentamente, es decir están frías, y por ello son fácilmente desviadas por la gravedad.

Sin embargo, las observaciones no han sido un buen aliado de este modelo, ya que de ellas se extraen más de un argumento como para dudar de su viabilidad. Del catastro confeccionado sobre unas dos mil galaxias en el cual se combinan la información del desplazamiento al rojo, la posición tridimensional y una amplia cobertura del cielo, se infiere la existencia de más aglomeraciones de galaxias en escalas que superan por 30 millones de años luz lo que puede explicar el modelo de la materia oscura fría. Estas observaciones de inhomogeneidades sustanciales en gran escala vienen a ratificar trabajos anteriores de descubrimientos de cúmulos de galaxias a escalas de varios cientos de millones de años luz, que muestran mayor acumulación que la que podría explicar el modelo de la materia oscura fría. También el descubrimientos de El Gran Atractor, comprende inhomogeneidades de masa en escalas para las que el modelo de la materia oscura fría ya no es válido. Considerando todas estas observaciones, es legítimo pensar que este modelo está hoy en serias dificultades.

Otro enfoque nuevo sobre el origen de las galaxias es aquel que sitúa a los agujeros negros como responsables de la formación de éstas en el universo, es lo último que circula dentro del ámbito de las ciencias del cosmos. Como partida para formular esta nueva idea se retoma, en parte, la hipótesis sobre la posible existencia de agujeros negros en el núcleo de las radiogalaxias y de conjeturas que se pueden extraer de los estudios y análisis de las últimas observaciones que se han realizado a los quásares que se han podido ubicar en el cielo. En la conferencia N° 189, celebrada en enero de 1997, de la Asociación Astronómica Americana, un grupo de científico planteó que los gérmenes de las galaxias no nacen simultáneamente, en un pasado de 15.000 millones de años, a partir de un misteriosa explosión de energía concentrada en un punto infinitesimal de la nada. Consideran que el hecho de haber concitado una aceptación mayoritaria el origen del universo a partir de un átomo primigenio sólo ha servido para opacar controversias más racionales, como el porqué de ese estallido o hasta dónde era fiable tan rotunda perspectiva. Para ellos, los gérmenes de formación de galaxias corresponden a una recreación de formación continua y que no se cocinaron todos de golpe en una fragua cósmica de hidrógeno y helio. Su formación se debería a un proceso prácticamente permanente pero con chispazos dispares, como ocasionales chisporroteos de un leño ardiente o explosiones aleatorias semejantes a la de los fuegos de artificio. Ello explicaría la distinta densidad que se observa en las galaxias y la factibilidad de que exista un masivo agujero negro, casi, en cada núcleo de los centros de cada una de ellas. Pero esta propuesta va más allá de una nueva explicación para la formación de las galaxias. En efecto, ella conlleva más de una implicancia cosmológica. Calculan que esta versión explicativa, que es parte de otras propugnaciones que conforman una versión alternativa al «viejo Big Bang», abarcó un período de miles de millones de años, un tiempo tan extenso como la mitad de la edad que se ha estimado para el universo en función del modelo del Big Bang.

Las evidencias más serias sobre la posible existencia de los agujeros negros se han encontrado en el centro de nuestra propia Vía Láctea. En efecto, los astrónomos alemanes Andrea Eckart y Reinhard Genzel del Instituto de física Max Planck, en octubre de 1996, anunciaron que habían registrado una seria evidencia sobre la posibilidad de la existencia de un agujero negro en el centro del núcleo de la galaxia. Un equipo de astrónomos liderados por Genzel monitoreó los movimientos de 39 estrellas cercanas al núcleo galáctico con el objeto de estudiar cual era la naturaleza de sus movimientos que desarrollaban alrededor del centro de la galaxia. El equipo logró determinar que esas 39 estrellas comportaban un movimientos circular entorno al núcleo de la galaxia, lo que invita a pensar en la existencia de un objeto tremendamente masivo en el centro. Si las órbitas que describen esas estrellas fueran irregulares, entonces estaríamos pensando en la existencia de un objeto central de características poco masivas. El comportamiento gravitatorio de esas 39 estrellas, permite determinar que éstas orbitan un objeto de una masa aproximada de 2,5 millones de veces mayor que el Sol.

Por otra parte, recientes observaciones astronómicas permiten pensar de que se estaría confirmando la creencia de que los quásares son un fenómeno transitorio que le ocurre al núcleo, la parte central, de alguna galaxia, que los lleva a aumentar tremendamente su luminosidad, superando ampliamente a la de la galaxia entera. Se cree que por colisiones estelares y aglomeraciones de materia en el centro mismo de la galaxia, se puede ir condensando materia en gran cantidad, y que llegado el caso, la fuerza gravitatoria de ella no puede ser equilibrada con ninguna fuerza conocida en el universo y ese objeto masivo del núcleo colapsa para formar un agujero negro.

En esta idea sobre los quásares, podemos concluir que éstos, entonces, formarían una notable población de galaxias en germinación o ya en un estado de jóvenes y que, por las observaciones, se encuentran ubicados a centenares de millones, incluso miles de millones de años luz de la Tierra. No existen en las proximidades de nuestra galaxia. Muy por el contrario, cuanto más distante miramos, más quásares encontramos. El máximo de su población se sitúa entre diez y catorce mil millones de años luz. Los vemos tal como se presentaban en un período en que el universo sólo tenía el 20% de la edad que estimamos en función del modelo del Big Bang.

Pero las observaciones también nos indican que, más allá de catorce mil millones de años luz, su población decrece rápidamente. Parece que los quásares fueran una fase juvenil de la evolución de ciertas galaxias. Se encienden y brillan con todo su resplandor, y se van extinguiendo cuando las galaxias envejecen.

Lo anterior conlleva consecuencias cosmológicas importantes. Implica que todas estas galaxias-quásares nacieron al mismo tiempo, poco después del Big Bang, sino cómo se podría explicar que ellas sean observadas, únicamente, dentro de los límites precisos de distancias cósmicas y que lo que hoy observamos de ellas es parte de una historia determinada por las distancias. Estas conclusiones no nos separan del Big Bang, muy por el contrario, se encuentran en plena consecuencia con esa teoría y son pruebas convincentes de ella.

Para esta nueva hipótesis, el valor científico de los agujeros negros parece residir en que su estudio permitiría saber cómo se formaron (y se forman) las galaxias, pero además entregarían antecedentes importantes para comprender la historia del cosmos. "Cuando lleguemos a conocer los agujeros negros, comprenderemos el origen del mismísimo universo", han señalado los astrónomos Mitchell Begelman, de Estados Unidos, y sir Martin Rees, de Gran Bretaña. Sostienen esta afirmación indicando que "los agujeros negros demuestran que la fuerza de gravedad es la mayor de todas las fuerzas cósmicas" y asumen la clasificación de estos objetos en dos grupos como ha señalado el Dr. Douglas Richstone, de la Universidad de Michigan : los galácticos, cuya masa podría equivaler a 3.000 millones de soles insertos en un reducido espacio no mayor que el que ocupa nuestro sistema planetario, y los estelares, muy pequeños, de unos pocos kilómetros de diámetro. Estos últimos serían los más fáciles de captar y, por tanto, los que más servirían para esclarecer cómo nacen, viven y mueren las estrellas. En cuanto a los grandes agujeros negros, ocultos en el centro de las galaxias, su forma detectada de actuar daría cabida para pensar en una preeminencia de ellos dentro de todo el proceso estelar del universo, dado el tremendo poder que demuestran.

Pero, de todas manera, es necesario reconocer que el origen de las galaxias presenta dificultades al modelo del Big Bang. Una de ellas se refiere al poco tiempo que ha transcurrido para que se hayan formado toda la inmensa cantidad de cúmulos galácticos que somos capaces de observar.

No se tienen buenas explicaciones como para describir la razones que dan origen a que la materia galáctica se pueda condensar dentro de un medio que se expande

Finalmente, si nos ceñimos a lo que hemos descrito aquí, entonces tenemos que concluir que el efecto gravitatorio por sí solo no es suficiente, ya que sería muy lento. Otro factor debe de intervenir para acelerar el proceso. Pero, ¿cuál puede ser?


Les recordamos que el Club de Astronomía: Astropatos, se lleva a cabo cada jueves a las 20:00 hrs en el observatorio de ingeniería de la Universidad Autónoma.

Los Esperamos y Hasta la próxima